La vi acercarse...
El vestido dejaba ver los pies.
Relucía su pelo bajo el sol
y rozaba su cintura.
El mar a veces,
le besaba la piel.
Yo la miraba...
No quería acercarme
ni romper el encanto.
Así que solo estaba ahí,
a metros de ella.
Deseaba hablarle.
Y no me atreví...
Como una rosa y sin saberlo,
clavó espinas en mi corazón.
Hoy la pienso y la deseo
pero la dejé ir...
Mara....brillante !!!!!!!!!!
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